Seri­a su labor, su deber, distribuir su apego con el mundo. Debe desistir sobre aferrarse a la energia sobre los otros y transformarse en un vibrante transmisor sobre energia por si mismo. Deberia dejar que esa energia fluya desde la fuente, a traves de el, y en el mundo. Cuando asume este rol, no tiene ninguna dubitacion de que esta viviendo en sintonia a su verdadera naturaleza.

Un hombre se realiza amigo de el peligro

En caso de que otros se encogen ante el por motivo de que es demasiado varonil, les facilita tener esa respuesta. No tiene la necesidad sobre achicar su energia de no asustar a los timidos. Un adulto acepta las consecuencias sobre su masculinidad; no se disculpa por su naturaleza.